Pico della Mirandola (1463-1494). Retratado por un artista desconocido en Uffizi, Florencia. wikipedia |
Para reflejar el estado de ánimo de aquel espíritu
renacentista que dio lugar a tan inusual eclosión cultural, antes de continuar
con un resumen pormenorizado de la evolución y el discurrir tanto de las
ciencias como de las artes durante el Renacimiento, consignaremos la expresión
que al respecto hizo el gran escritor florentino de la época de los Medici,
Pico della Mirandola. En su “Oración sobre la dignidad del hombre”, considerada
la pieza ideológica fundamental del Renacimiento, en la que se resume la
postura de la Academia
neoplatónica de Florencia, dice:
“El hombre está en el centro de todo lo que acontece.
Cuando todo fue creado y el mundo estaba completo, emergió el hombre y Dios le
dijo: no te he fijado lugar alguno, ni tarea, ni plan; de manera que puedes
emprender cualquier empresa y ocupar el lugar que desees. Tú serás capaz de
determinar lo que eres”.
Michel de Montaigne, por Daniel Dumonstier. |
Asumida esta concepción del hombre y del mundo, los
europeos pusieron manos a la obra: se afanaron para crear los caracteres
móviles de la imprenta con Johannes Gutenberg; se aventuraron en la navegación
del Atlántico con Bartolomeu Dias o Cristóbal Colón; se inventaron nuevas
normas para entenderse con Erasmo de Rotterdam; se abrieron a la incredulidad
de la fe con Martín Lutero; se rieron de sí mismos con François Rabelais; se
preguntaron por el significado de las cosas con Michel de Montaigne y, como
extraordinario colofón, dieron un nuevo sentido a la vida con Shakespeare y
Cervantes. El Renacimiento resultó ser todo eso, y en definitiva: el gran e
indiscutible legado de Europa.
En lo que concierne a España, para comprender e
interpretar mejor el desarrollo de esta etapa en nuestro país, es preciso tener
en cuenta, que el movimiento renacentista lo determinó de forma exclusiva el
Humanismo cristiano, concediéndosele por ello una gran importancia al
Erasmismo. También tuvo una decisiva influencia, la pervivencia de lo judío,
árabe y cristiano, al no producirse una ruptura drástica respecto al pasado
Medieval. Estas circunstancias motivaron que no se evidenciaran de manera total
el laicismo, antropocentrismo e individualismo, valores todos ellos inherentes
al Renacimiento.
La llegada y asimilación del movimiento renacentista en
España se concentró en cuatro periodos que fundamentalmente los estableció el
momento político y la configuración del nuevo estado cuyos pilares, no sin
importantes dificultades, sucesivamente se iban afirmando. El primero coincidió
con la época de los Reyes Católicos, comenzando con la llegada del lenguaje del
humanismo a la corte de Castilla y a la de Aragón, que prepara el terreno para
poder desembocar en la plática renacentista. La crisis castellana que origina
la muerte de la reina Isabel, y la regencia del cardenal Cisneros, ocupan el
segundo periodo, que obliga a considerar en ese contexto la evolución que se
origina en la arquitectura, la escultura, y la pintura.
Retrato del joven Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. |
El tercer periodo está influido en su totalidad por el
reinado de Carlos I, afectando a esta etapa la incidencia en el arte del
carácter universal de aquella monarquía. Adentrado este periodo ya en el S.
XVI, en el tuvo lugar un hecho trascendental como fue la extraordinaria
influencia de Erasmo en España. Concretamente, entre 1520 y 1530, la Corte imperial fue
erasmista en todas sus concepciones,
encontrando en el universalismo de Erasmo un fuerte apoyo para la idea imperial
que creó por esta vía lazos de simpatía entre los principales intelectuales
españoles.
El cuarto y último periodo, corresponde al reinado de Felipe II, que
en contraposición a su padre, representa una mirada hacia el interior,
evidenciando una decidida apuesta por la defensa de la fe y una aceptación del
modelo clásico que quedaría ejemplarizado igualmente en el arte.
MAS INFO: "Memoria de España: Los Reyes Católicos"
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