Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento (XXVII). Las artes plasticas: La Escultura (V)

Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento

Las artes plásticas

La Escultura

ESPAÑA

Algo parecido a lo que sucedió con la pintura, la escultura renacentista llegó a España debido a artistas italianos o a los españoles, que para formarse, viajan a Italia. Su ejecución se caracteriza por una extraordinaria y sorprendente originalidad, algo que motiva el intenso sentimiento religioso del que se haya impregnada, efecto este último, que viene a ser una consecuencia de la línea seguida en el estilo gótico, concediéndosele a los trabajos que se realizan una importancia destacada a la expresividad.

Continuándose con la construcción de sepulcros, retablos, sillerías de coro y retratos, manifestaciones en todas las cuales se aprecia la influencia del humanismo cristiano, llama la atención lo singular de algunos de los materiales que son empleados. Una evidencia de esto último, es la abundante utilización de la madera policromada de pino, en la que aparece la conocida como técnica del estofado, la cual consiste en que después de aplicar una fina capa de pan dorado, se pinta encima, raspándose posteriormente para que pueda apreciarse el dorado. La piedra, el mármol o el alabastro, es escasamente empleado, pues desde el principio, la madera fue considerada como el vehículo idóneo para la expresión y fomento de la devoción.

La implantación del renacentismo en la escultura española, tuvo lugar en sucesivas fases, algo muy parecido a lo que ocurrió con otras artes, como la arquitectura o la pintura. Durante la primera de ellas, que corresponde al primer tercio del S. XVI, estando establecidos en España gran cantidad de artistas franceses o flamencos, de la mano de reyes y nobles llegan artistas italianos que son los que traen el nuevo estilo. En la siguiente, en el segundo tercio  del mismo siglo, al imponerse el clasicismo de la escultura renacentista, origina que desaparezcan los últimos resquicios del gótico, pudiéndose hablar ya entonces, más que de la escultura renacentista, del manierismo. La última, hallándonos ya en el tercio final del S. XVI, y consolidados así como consagrados los excelentes escultores hispanos, se destacan los conocidos como artistas de la Corte. Estos realizan sobre todo, retratos de la familia real, obras que ejecutan en bronce dorado.

Alonso Berruguete, representado
 en una estatua enMadrid (José Alcoverro, 1892).
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Al hacerse una  reseña, relativa a algunos de los artistas que componen la amplia lista de destacados escultores españoles que con sus diferentes obras se identificaron con el Renacimiento, hay que comenzar señalando al más famoso de Castilla, Alonso Berruguete. Este escultor, que residió en Florencia más de diez años, recibió allí la influencia del nuevo estilo, especialmente del que emanaba de la figura del genial Miguel Ángel. Más tarde, instalado en Valladolid, donde pasó la mayor parte de su vida, inició su oposición a la estricta ortodoxia del renacentismo, pero inspirado aun por Miguel Ángel y en el manierismo, creó un estilo sinuoso, atormentado y apasionado, lo que le convirtió en precursor de la escultura barroca española.

Sacrificio de Isaac. Retablo de San Benito.
M.N.Escultura. Valladolid

Existe gran coincidencia al calificar como su obra maestra, el grupo escultórico que hizo para el retablo del monasterio vallisoletano de San Benito,  que, desmontado, ahora está en el Museo de Valladolid. En él, lo mismo que en el retablo del Colegio de los Irlandeses, de Salamanca, y en el de la ·Epifanía”, de la iglesia de Santiago Apóstol, también de Valladolid, se manifiesta esa ondulación de la línea y esa carga dramática con la que quiso expresar las profundas emociones y agonías de la vida espiritual. 

Retablo Mayor del Colegio de Fonseca. Salamanca.
Viajar con el arte. Sira Gadea. 15-5-2013

Retablo de la Adoración de los Reyes para laiglesia de Santiago de Valladolid de Alonso Berruguete.
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Obras suyas merecedoras también, al menos, de ser reseñadas, son:  el “Ecce Homo”, de San Juan de Olmedo; el “Cristo de la Columna”, de la iglesia de Guaza de Campos; y la “Virgen con el Niño”, de la iglesia de  Santa Eulalia, en Paredes de Nava.

Ecce homo, Museo Nacional de Escultura
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