Arte Barroco. Edificios religiosos barrocos. Iglesia de los Capuchinos

Arte BARROCO  (S. XVII – S. XVIII)
EDIFICIOS RELIGIOSOS BARROCOS (1533-1765)
IGLESIA de los capuchinos (venerable orden tercera franciscana)




Este templo se construyó donde anteriormente se hallaba la capilla de Santa Catalina, concretamente en el ábside de la entonces iglesia conventual de los Franciscanos. Estos en el año 1740, la cederían a la Orden Terciaria, quienes siguiendo la traza que determina el arquitecto franciscano, Fray Pascual de Castro, comienzan la construcción de la actual iglesia.
Completando numerosos detalles que faltaban en el proyecto del fraile mencionado, Andrés García de Quiñones se encarga de la ejecución de la nave y la portada. Finalizadas estas obras en 1752, se encarga entonces de la continuación de la construcción del templo, Simón Gavilán Tomé, quien encuentra un cuerpo de edificio de principios clásicos, que cuenta con una nave única y capilla mayor ochavada.

El interior de la iglesia consta su estructura de pilastras toscanas, que enmarcan pequeñas capillitas que a su vez sirven para alojar seis retablillos, con los que se consigue anular la monotonía de los muros. Sobre las mismas discurre un entablamento muy acorde con los modelos viñolescos. La cubierta a su vez se halla resuelta con bóvedas de medio cañón con lunetos que son ocupados por ventanas termales.

En el exterior en el plano ornamental, solamente destaca la portada, ésta se compone de columnas anilladas con capiteles compuestos, bocelón de trazado bastante sinuoso, escudo franciscano, sartas de frutos, frontones partidos, etc. En su cuerpo superior se encuentra el conjunto escultórico, obra de Gavilán Tomé, que representa a San Luís, patrono de la Orden Terciaria, y dos figuras femeninas, dos virtudes, que se hallan a plomo sobre las columnas, tallas todas ellas de gran elegancia en lo que concierne a sus posturas, repletas de suavidad y delicadeza.

El barroquismo que rebosa  el interior del templo, tiene dos lecturas, la primera la que se desprende de la capilla mayor a cuya construcción, el 13 de agosto de 1752, se comprometía Gavilán Tomé, donde derrocha adornos especialmente en los plementos de la bóveda, los que se asemejan a la riqueza ornamental empleada en las puertas tanto de la sacristía como del capítulo. Siguiendo la misma línea decorativa, se construyó por Gavilán Tomé, el retablo mayor. Este hecho de piedra, se estructura en tres calles, las cuales son encauzadas por columnas y estípites en el cuerpo principal el cual es complementado por un ático.

La segunda lectura a la que anteriormente se ha hecho referencia, del barroquismo que se observa en el interior, la depara los seis altares restantes, cuya construcción se cree que también pertenece a Gavilán Tomé. Todos ellos compuestos de retablos-hornacinas, que al emplear excesivamente rocallas, glorias, cortinones, etc., y debido precisamente a las características de estos adornos, determinan un notable retroceso para la época en que fueron labrados, cuando transcurría el año 1753.


Cristo de la Agonía
de la V. O. T. de San Francisco,
Salamanca. Bernardo Pérez de Robles, 1671

WIKIPEDIA
En el conjunto escultórico de la iglesia, sobresale el “Cristo de la Agonía”, trabajo que se atribuye al artista salmantino, Bernardo Pérez de Robles, cuya obra estuvo muy influenciada por la escuela de Martínez Montañés.  

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