Arte Barroco. Edificios religiosos barrocos. Convento de Santa Clara (II)

Arte BARROCO  (S. XVII – S. XVIII)
EDIFICIOS RELIGIOSOS BARROCOS (1533-1765)
CONVENTO DE SANTA CLARA (II)



En el interior de este templo merecen la atención, las esculturas que se hallan en el retablo mayor, las mismas representan a Santa Clara, San Francisco, San Antonio, y a La Inmaculada, destacando sobre todas ellas ésta última. Igualmente allí se encuentra algo especialmente interesante, como es el órgano barroco de perfecto funcionamiento en la actualidad.

En lo que concierne al cenobio, hay que resaltar tanto el coro bajo –continuación de la nave del templo conventual-, y el coro alto, los dos son de idénticas dimensiones, de 28,40 metros de largo, y 9,60 metros de ancho. El coro bajo remodelado a mediados del S. XVI, ofrece un claro estilo renacentista, en él en el año 1976, se descubrieron tras el encalado de sus paredes originales, una estupenda colección de pinturas al fresco y al temple, hallándose la mismas repartidas a modo de tapiz. Su temática es fundamentalmente religiosa y datan de los siglos XIII al XVIII, abarcando estilos gótico, renacentista y barroco, ocupando todas las pinturas un espacio de 140 metros cuadrados.
ORIGEN: TRIBUNA DE SALAMANCA.
Blog de Susana Perez.
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Este coro bajo se encuentra cubierto por una techumbre plana de madera, dividiéndose igual que las paredes, en seis tramos mediante escarzanos arcos fajones, apeando estos sobre cinco pares de pilastras semihexagonales de fuste cajeado en el frente y en los laterales, cuyos capiteles renacentistas ofrecen relieves alegóricos, así como otros motivos muy variados. Destaca la ornamentación de las enjutas por ambas caras, que consiste en estupendos medallones de piedra de gran tamaño finísimamente labrados. Forman una extraordinaria colección de veinte medallones, pudiendo muy bien ser considerada la misma, una de las mejores existentes en Salamanca.

El coro alto cuya sala se encuentra a plomo con la del coro bajo, debido a la remodelación de la que fue objeto en el S. XVIII, perdió en gran medida su valor artístico. Por dicho motivo se sustituyó el primitivo artesonado, por una sólida armadura de gran y doble nudillo, utilizándose como correas algunos pares y nudillos del artesonado original. Esta estancia es interesante no abandonarla, sin asomarse antes por la ventana que enrejada aparece en la cabecera, ya que desde allí se ofrece una magnífica perspectiva de la iglesia.

El convento siendo de clausura, cuenta de manera paradójica en la parte más alto del edificio, en su ángulo noroccidental, con un espléndido mirador construido en los años 1727-1728, desde el que se pueden contemplar unas magníficas vistas de diferentes monumentos salmantinos. El complejo cuenta asimismo con un excelente museo etnológico, que consiste en un interesante itinerario cultural, que evoca las formas de la vida rural en la primera mitad del S. XX, tanto concerniente al hogar como a los distintos oficios.

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