Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento (XXVIII). Las artes plasticas: La Escultura (VI)

Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento
Las artes plásticas

La Escultura


Juan de Juni, de origen francés y asentado desde muy joven en España, e identificado perfectamente con el alma castellana, fue junto a Berruguete, con el que coincide en la expresión espiritual como raíz estética de su estilo, el gran representante del desarrollo de la nueva escultura española en el discurrir del S. XVI. En el trabajo de este escultor, en contraposición del nerviosismo e ímpetu, que Berruguete refleja en sus obras, se observa un desarrollo centrípeto de las fuerzas vitales. Este fenómeno ocasiona que repercuta en la animación de los personajes y destaque, sobre todo, un estilo fruto de un severo estudio, pudiendo afirmarse en definitiva, que el llamado Manierismo español, halle su más excelente representación en las composiciones, grandes, rotundas y angustiosas, de este artista. Una característica atractiva y singular que imprime a sus obras, es el patetismo extremo, y la consecución de una técnica escultórica perfecta en el bulto de las imágenes.

De este  autor hay en la Catedral Vieja de Salamanca, la imagen de “Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, que está considerada como una de las imágenes más bellas de la plástica renacentista española, figura de armónica monumentalidad, exquisito trabajo en paños y gestos que revelan una sabiduría técnica precisa y un grupo, en fin, cerrado a la manera clásica. No obstante, la obra que de él más éxito alcanzó, por su calidad y complejidad, fue el Santo Entierro de Cristo, realizado para formar parte del retablo de la capilla del desaparecido Convento de San Francisco, de Valladolid, conjunto escultórico que hoy es posible contemplarlo en el Museo de ésta ciudad. El mismo está compuesto de siete figuras de tamaño natural, distribuidas en torno a la figura del Cristo yacente, enlazándose unas con otras en un ritmo armónico, en actitudes rebuscadas pero no distorsionadas, perfectas todas ellas en su ejecución y transmitiendo la calma patética de un momento tan sublime.

El entierro de Cristo por Juan de Juni. WIKIPEDIA


El trabajo de Juan de Juni se centró, de manera primordial, en la ejecución de retablos, e imaginería procesional, caracterizándose, por la versatilidad de los materiales que empleaba, tales como madera, piedra e incluso barro cocido. Junto a las obras antes referidas, debe hacerse también mención a Nuestra Señora de las Angustias”, conocida igualmente como, “Virgen de los cuchillos”, realizada atendiendo a un encargo de una cofradía vallisoletana. Esta escultura, en la que logra de manera excepcional plasmar el sentimiento y el dolor de la madre de Cristo, la elaboró para ser vista de distintos puntos, apareciendo un extraordinario tenebrismo escultórico, en el que concurre el manierismo pro-Barroco que identifica la obra de éste artista.
Nuestra Señora de las Angustias. Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias, Valladolid (España). wikpedia. Rubén Ojeda.


En el escenario de la escultura española del Renacimiento, es imprescindible resaltar la interesante figura del arquitecto y escultor, Diego de Siloé, hijo, del también escultor, Gil de Siloé. Aunque llegó aproximarse a la edad de setenta años, abandonó relativamente pronto la escultura, al trasladarse, en 1528, desde Burgos a Granada, para dedicarse allí a la arquitectura, motivo por el que su labor escultórica es muy reducida. Aportó con gran elegancia, el dominio de los esquemas italianizantes, que él, frecuentemente enriquecía con una profusa decoración.
Escalera Dorada. Catedral de Burgos


En la catedral de Burgos, fue el autor de la “Escalera dorada”, y del Retablo de la capilla del Condestable, que hizo junto a Vigarny, espacio en el que esculpe además del grupo de la “Presentación”, la “Visitación”, lo que hace en el cuerpo bajo -banco o predela-. Los retablos laterales de la citada capilla también contienen obras suyas, el “Cristo Muerto”, y el “San Jerónimo penitente”, ambas ponen ampliamente de manifiesto las excelsas dotes de escultor que concurren en Diego de Siloé. En Granada asimismo, se halla en la Capilla Real de su catedral, las magníficas estatuas orantes que realizó de los “Reyes Católicos”. En Salamanca existen también diferentes obras y trabajos de Diego de Siloé, considerándose especialmente notable, el sepulcro de mármol que en forma de túmulo, realizó para el Arzobispo Alonso de Fonseca, patriarca de Alejandría, y que se halla en el Convento de las Úrsulas.


Convento de la Anunciación. Sepulcro del Arzobispo de Santiago y Toledo, magníficamente realizado en mármol blanco por Diego de Siloé. Wikipedia.  José Luis Filpo Cabana



La anteriormente mencionada “Escalera dorada”, de la catedral de Burgos, que curiosamente sirvió de modelo de la escalera que se puede admirar en la Ópera de París, representa una de las más extraordinarias obras del Renacimiento, donde Diego de Siloé hizo alarde de su talento como arquitecto y escultor. En su primera faceta, para salvar el gran desnivel entre la puerta y la planta, y al mismo tiempo no tener que alargarla en demasía hacia el interior de la catedral, adoptó la gran solución de hacerla en tramos, uno solo al inicio que después se bifurca en dos para llegar al segundo piso. Respecto a la segunda, como escultor y decorador, asombra su desbordante imaginación, esculpiendo una rica iconografía, motivos vegetales, animales fantásticos, esfinges, bichas y otros animales que distribuyen a lo largo de los muros y arcos de la escalera. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ir arriba