Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento (XXIX). Las artes plasticas: La Escultura (VII)

Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento
Las artes plásticas

La Escultura


Para concluir este escueto repaso de la escultura española del Renacimiento, podrían citarse, aunque de forma somera, a infinidad de importantes escultores de la época muchos de los cuales su arte transitó en diferentes periodos por el clasicismo del Renacimiento, o el  Manierismo, concluyendo su trayectoria conjugando ambos con el Barroco. A título de ejemplo, señalaremos a, Bartolomé Ordoñez, Vasco de la Zarza, Alonso Cano, o Juan Martínez Montañés. 

En esta reseña es necesario asimismo dejar constancia de la obra escultórica del ya anteriormente mencionado, Felipe Vigarny, conocido también como Felipe de Borgoña. Éste, aunque de ascendencia un tanto confusa, pues a pesar de señalársela francesa, también se apunta a la inglesa e incluso castellana, sus importantes trabajos los realizó en España, hallándose en la catedral de Burgos, una buena nuestra de ellos cuya realización le deparó su mayor éxito.
Esculturas yacentes del condestable de Castilla Pedro Fernández III de Velasco y su esposa Mencía de Mendoza y Figueroa.


Mausoleo de Dª Juana
y D. Felipe yacentes
Bartolomé Ordoñez, antes de establecerse en Barcelona, donde participó en la ejecución del coro de la catedral, trabajo en Nápoles con Diego de Siloé, y fue autor de una importante realización, la tumba de Felipe el Hermoso y de Juana la Loca, que llevó a cabo para la Capilla Real, de Granada.




Respecto de Vasco de la Zarza, hay que decir, que figurando entre los primeros escultores de la corriente renacentista, sus ornamentaciones se corresponden claramente a la fase en la que se iniciaba el plateresco. La mayoría de su trabajo escultórico lo llevó a cabo en las catedrales de Ávila y de Toledo, en la primera destaca el retablo mayor, así como el sepulcro de Alonso de Madrigal –El Tostado-, que está en el trasaltar.
Detalle central del sepulcro de Alonso Fernández de Madrigal, obra de Vasco de la Zarza.
wikipedia


Inmaculada. Catedral de Granada.
Refiriéndonos a Alonso Cano, hay que hacer constancia que se trata de una figura que se corresponde perfectamente a la línea de los grandes humanistas del movimiento renacentista. Ejemplo de esta afirmación, era su polifacética actividad artística, como era la de pintor, escultor, arquitecto, y de diseñador. Proliferando sobre todas ellas la de pintor, en la escultórica destacaría por la esbeltez y la belleza de sus obras, siendo un importante ejemplo de ello, la estatua de la “Inmaculada Concepción”, que realizó para la catedral de Granada, por encargo del Cabildo.









Detalle de la cabeza de laInmaculada de la catedral de Sevilla.
wikpedia
Finalmente a Juan Martínez Montañés, hay que señalarlo, por encima de todo, como una figura sobresaliente de la escultura en madera policromada, técnica que en España obtendría su mayor esplendor en los siglos XVI y XVII. Se cuentan entre sus obras más admiradas, “El Cristo de la clemencia”, y La Inmaculada Concepción, de la catedral de Sevilla, al igual que el magnífico retablo que elaboró para el Monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce. Como sucedería con su coetáneo Gregorio Fernández, con el que alcanzó el punto culminante de la referida técnica escultórica, sus obras buscaron siempre dar respuesta al ambiente de piedad y devoción que caracterizaba el espíritu de la Contrarreforma.

Escultura del Cristo de la Clemencia o de los Cálices(1603-1604), sacristía de la catedral de Sevilla. Fue realizada por encargo del arcediano hispalense Mateo Vázquez de Leca.
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