SALAMANCA Y EL RENACIMIENTO
Estatua de Alfonso de Castro en Zamora. wikipedia |
Alfonso DE CASTRO, sacerdote
franciscano, nació en Zamora, en 1495, fue teólogo, jurista, y consejero real,
siendo reconocido como miembro destacado de la prestigiosa Escuela de
Salamanca. Sus estudios de teología los realizó en las Universidades de
Salamanca y Alcalá, enseñando la referida materia en la primera durante unos
treinta años. En su Orden desempeñó importantes cargos de gobierno, motivo por
el que, en 1526, asistiría en Asís al Capítulo general que allí se celebró.
A pesar de su intensa dedicación a la enseñanza
y a la escritura, con el objetivo de conseguir la unidad de la Iglesia Católica ,
fue un extraordinario predicador con fama de profundo, fogoso y elegante, labor
que realizó tanto en España como en muchos países europeos. De la casa real
también sería predicador a la vez que consejero de la misma, la cual le envió
al Concilio de Trento, siendo su participación considerada entre las mejores de
los principales teólogos. Fue acompañante de Carlos I y de Felipe II en
acontecimientos importantes, con el primero en 1530, asistió en Bolonia, a su
coronación como emperador, y respecto al segundo, lo hizo en 1554, en la
celebración en Inglaterra, del matrimonio de este, con María Tudor.
De sus obras se pueden consignar, “Adversus
omnes haereses”, en la que enumera y rebate las sucesivas herejías surgidas
en la Iglesia
desde la época de los apóstoles, y, sobretodo, “De potestate legis penalis”,
por la que Alfonso de Castro está considerado como uno de los fundadores del “Derecho
de Gentes” y de la ciencia del “Derecho Penal”. En este trabajo de
forma precisa expone la naturaleza y el fin de la pena, y su relación con el
delito, doctrina que para él obliga en conciencia respecto a la aplicación de
las leyes penales.
Bartolomé de ESCOBEDO, nacido en
Zamora, en 1500, fue un importante compositor cuyos estudios los llevó a cabo
en Salamanca donde fue cantor en la Capilla Catedralicia.
Desde esta ciudad, en 1536, pasó a la capilla musical de los papas en Roma,
considerada como la más prestigiosa de la época. A pesar de prestar sus
servicios, hasta su retirada, en la mencionada institución, regresó a España en
diferentes ocasiones con distintos cometidos relacionados con su profesión. En
una de ellas, que se prolongó de 1548
a 1551, fue para ponerse al frente de la capilla de la
infanta Juana de Castilla.
Como hábil y
sobresaliente compositor, entre sus obras destacan varios motetes, como los que
se conocen con los títulos de “Exsurge”, y de “Immutemur habitu”,
publicados y editados en Italia como parte de diversas colecciones de motetes.
También compuso dos misas a seis voces, la que se conoce con el sobrenombre de “Ad
te levavi”, y la que creó en honor de Felipe II, identificada con la
denominación latina, “Philippus Rex Hispaniae”. En esta composición
Escobedo, siguiendo una práctica común de la época, sirviéndose de las vocales
del mencionado título, compondría la melodía que le proporcionó la base de la
creación del entramado polifónico.
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