Alleluia nativitas de Pérotin, muestra de polifonía sacra medieval. wikipedia |
No podemos proseguir con esta breve exposición, sin
consignar que si algo identifica a la música del Renacimiento fue la polifonía,
tanto la vocal como la instrumental o conjugadas las dos. Cuando todavía el
canto gregoriano, no había recorrido por completo su ciclo histórico, un tímido
germen revolucionario abrió nuevas e insospechadas perspectivas al arte de los
sonidos. El gregoriano, como en general toda la música profana medieval
anterior al S. XI, había sido esencialmente monódico, o sea en cualquier
composición no existía más que una línea melódica única, y las voces humanas e
instrumentales la interpretaban al unísono.
Hacia finales del S. IX, esta monodia empezó a dividirse
en dos voces distintas que, como dos caminos que se separan y se encuentran
otra vez más allá, o como el río que se divide en dos ramas para rodear un
islote, se alejaban una de otra, después avanzaban de modo paralelo –una más
aguda y otra más grave- durante toda la composición y, al fin, se reunían de
nuevo en el unísono. Esta subdivisión, aún muy tímida y sencilla, fue el inicio
del importante movimiento musical europeo conocido con el nombre de polifonía,
es decir, música compuesta por sonidos diversos emitidos simultáneamente por
voces diferentes. Al principio la polifonía fue en realidad una diafonía
(dos voces), que se regía por la más estricta norma contrapuntista.
La polifonía, ya en el Renacimiento, contando
con numerosas voces, a todas le concede la misma importancia, empleándose ritmo
medido y regular, centrándose la técnica compositiva en una combinación de
homofonía y contrapunto. En los siglos XV, y de manera especial en el XVI, la polifonía
alcanzó su cima gracias al trabajo de varias generaciones de compositores,
fundamentalmente pertenecientes a la escuela franco-flamenca que sería la que
dominase, en toda su dimensión, el arte musical del Renacimiento.
Comienzo del Códice Chigi, con el Kyrie de la Missa Ecce ancilla Domini deOckeghem. wikipedia |
Girolamo Frescobaldi. wikipedia |
Los principales representantes de esta escuela son
Guillaume Dufay, Josquin Des Prés, Jan Pieterszoon Sweelinck, Orlando di Lasso
o Roland de Lassus, y Johannes Ockeghem. Estos, sucesivamente, extendieron su
arte por los principales centros europeos haciéndolo de forma especial en
Italia, país en el que sus figuras señeras fueron, primero, Giovanni Pierluigi Palestrina y, algo más tarde, Girolamo Frescobaldi, (audición de Messa de la Doménica) a los que es preciso añadir
al español Tomás Luis de Victoria. En este momento se podía comprobar que la
música instrumental se imponía a la coral, tanto en la escuela flamenca como en
la italiana, apareciendo, de manera sucesiva, nuevos géneros musicales tales
como el oratorio, el coral y finalmente la ópera.
En Italia, donde en sus primeros tiempos la polifonía
no gozó del favor que tuvo en Inglaterra y Francia, florecieron las formas de
la caccia, vivaz descripción de
escenas cinegéticas o campesinas, y el madrigal, breve composición sobre
texto profano de tema constantemente amoroso, que conseguiría extraordinaria
popularidad y considerable progreso en las centurias siguientes. De esta forma,
en las escuelas romanas y venecianas, siguiendo las sendas que habían abierto
los maestros flamencos que en ellas enseñaron, florecieron en el S. XVI los
grandes madrigalistas, excelentes autores que compondrían madrigales tanto
profanos como religiosos.
Non si levava ancor l’alba novella (Monteverdi)
Non si levava ancor l’alba novella (Monteverdi)
El madrigal, originado en la forma poética de
heptasílabos y endecasílabos alternos –que Dante y Petrarca practicaron-,
constaba de dos o tres estrofas de tres versos cada una, cantadas con la misma
música pero con un ritornello distinto en el espacio interestrófico. Esta
composición generalmente de tres a seis voces, en la que todas si bien tenían
igual importancia su tratamiento era diferente, acabaría siendo la forma
musical secular más importante de su tiempo.
Dentro del vendaval renacentista, la asombrosa e
incomparable eclosión musical, llevará, en definitiva, a su apogeo la gran
herencia de los tropos medievales gestada en los monasterios: el triunfo
sistemático de la polifonía, junto al desarrollo y complejidad creciente de la
música instrumental. Este intenso periodo suele subdividirse en tres etapas más
o menos independientes: el quattrocento o totalidad del S. XV; la primera fase
del cinquecento, de 1500 a
1540; y la revolución musical de mediados del S. XVI.
Durante la primera de estas etapas se gestó el
preclasicismo y comienza el intercambio de músicos y experiencias que será
característico del apogeo renacentista. En la primera fase del cinquecento se
produce una revalorización de las formas medievales, así como nuevas formas
expresivas, más acordes con las inéditas propuestas culturales y artísticas de
la época. También dentro de este periodo cabe señalar la aparición de la
parodia, que volvió exuberantes y considerablemente más largas las misas, el
paralelo desenvolvimiento del motete y del madrigal hacia formas cada vez más complejas,
así como un salto cualitativo en la evolución de la música instrumental. Por lo
que hace a la llamada revolución musical de mediados del S. XVI, puede decirse
que a través del eclecticismo que la caracterizó se prefigura la reacción de
ese primer periodo clásico que se conoce como barroco, estilo cuya vigencia se
extendería desde el nacimiento de la ópera hacia 1600, hasta 1750, año en el
que muere Bach.
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