Arte Gótico. Construcciones religiosas. Iglesia de Sancti Spiritus

Arte GóTICO
EDIFICIOS RELIGIOSOS GOTICOS       (1241-1544)
Iglesia de SANCTI SPIRITUS

La iglesia fue fundada como parroquia del Barrio de los Toreses en el año 1190. Posteriormente en el año 1223, Alfonso IX la donó a la Orden de Santiago, y ya en el año 1268 a solicitud de Don  Martín Alonso –hijo de Alfonso IX-, cedida para convento de Dueñas, perdurando así hasta 1786 en que Carlos III lo disolvió.
El templo fue reconstruido entre 1541 y 1544, por la comendadora Doña Leonor de Acevedo, quedando únicamente del primitivo edificio una sencilla puerta de arcos apuntados ubicada al norte del actual coro. La construcción ahora existente es de las más representativas del Quinientos, tanto por su traza y elegancia de líneas como por la armonía perfecta de elementos góticos y renacentistas. En la nave única lo mismo que en la capilla mayor aparecen bóvedas de combados, quedando los nervios unidos a través de las claves dispuestas en los apuntados arcos fajones. Los soportes son descompuestos en un haz de molduras, característica del gótico tardío, presentando sumarios capiteles moldurados. Las ventanas son de tracerías renacentistas de doble mainel y óculo.

Cristo de los Milagros.
FUENTE: http://nadateturbenadateespante.blogspot.com/
El coro se abre a la nave por una elegante puerta renacentista. El mismo si bien posee una sencilla sillería gótica, cuenta con un suntuoso artesonado del S. XVI, en el que se conjugan características tanto moriscas como renacentistas. En este espacio recibe culto el Cristo de los Milagros, bella imagen gótica del S. XIV, del Crucificado. En la capilla mayor sobresale el retablo del año 1644. En el templo durante una época alternativa, se ha podido contemplar la imagen del Cristo de los Carboneros, la misma procedía de la vecina iglesia de San Cristóbal. Es un Crucificado románico, con los cuatro clavos, obra que está hecha de madera y que data de finales del S. XII.
En el exterior se contempla como los pináculos coronan los contrafuertes, que si bien dan al edificio un aspecto típicamente gótico contrasta con la espléndida portada del templo, ésta es un ejemplo notable del plateresco salmantino, representando un caso igualmente típico de decoración colgada.
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PRÓXIMA ENTREGA: La Catedral Nueva (I)


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