Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento (XIII). Las artes plasticas: Arquitectura (V)

Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento
Las artes plásticas
La arquitectura


Ante la necesidad de consignar los nombres de algunos de los artistas intervinientes, en la evolución y ejecución de la disciplina a la que nos venimos refiriendo, hay que citar entres otros muchos, a Enrique de Egas, Juan de Álava, Diego de Siloé, Pedro Machuca, Andrés de Vandelvira, y Diego de Riaño.

Interior de la Catedral de Toledo
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Aunque de origen flamenco, Enrique de Egas, ejerció la arquitectura en España, desempeñando  el cargo de maestro en la ejecución de las obras de las catedrales de Plasencia y Toledo. Están considerados como sus mejores trabajos, los “Hospitales” de Santiago y de Granada. En estas dos últimas construcciones, llevadas a cabo entre 1501 y 1511, los Reyes Católicos, desistiendo del estilo gótico hispano-flamenco por el que para otras obras habían optado, eligieron el nuevo estilo.

Juan de Álava, cuyo cargo de maestro de obras lo desarrolló a finales del periodo gótico, aparte de ser consultor de las catedrales de Sevilla y Salamanca, ostentó el cargo de maestro de obras en ésta última así como en la de Plasencia, siendo igualmente el constructor de la iglesia de San Esteban”, en la capital charra.

Catedral de Granada Capilla Mayor.
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Como uno de los mejores exponentes del estilo plateresco, está considerado Diego de Siloe, hijo de Gil de Siloe, artista destacado del periodo tardogótico. Su obra más famosa y destacada, y a la que más adelante de nuevo se hará referencia, es la Escalera dorada de la catedral de Burgos, en cuya ejecución se conjugan la brillantez del artista, tanto en su faceta de arquitecto como de escultor. En este caso en la faceta de arquitecto, hay que señalar la importante creación que logró construyendo, entre los años 1528 y 1563, la Catedral de Granada.

Transformándolo en renacentista, después de discutirlo con Carlos V, el proyecto gótico que para ella habían diseñado los Reyes Católicos, creó un templo de grandes dimensiones que, salvando el programa tradicional de la catedral cristiana, resultará una novedad por su clasicismo. De ella se ha  dicho: el conjunto de sus naves, su blancura externa y su radiante luminosidad, crean un espacio auténticamente renacentista en el  que predominan los principios de la claridad y diafanidad, y en el que la perfecta visibilidad de los elementos arquitectónicos remite a una realidad superior”.  La capilla mayor del templo proyectada como sepulcro imperial, Siloe, fruto de sus ideas y distintas sugestiones, consiguió que la misma, plena de belleza y de luz, fuera considerada la más noble capilla mayor del orbe cristiano. En esta obra se puede también contrastar la innovación que consistía en prolongar la altura de las columnas mediante soportes, método que después se implantó en distintas catedrales de Andalucía y en algunas Hispanoamericanas.

Del resto de los arquitectos anteriormente relacionados, hay que reseñar respecto de Pedro Machuca, que fue realmente un caso excepcional en su tiempo, al cultivar el estilo italianizante de líneas sumamente severas y puras, que venía a representar las antípodas del estilo plateresco que entonces estaba en boga. Fiel reflejo de todo ello es su obra maestra, el Palacio de Carlos V, en el “Alhambra”, de Granada. En este edificio es interesante apreciar el contraste de su forma cuadrada con la circular de su espléndido patio. Deseando que el palacio se convirtiera en un símbolo, no solo para Granada sino  para todo el Imperio, el programa que plasmó en su proyecto, persiguió que fuera una palacio cósmico en el que el círculo hacía relación con el macrocosmos, mientras que el cuadrado remitía a los cuatro puntos cardinales.

El espléndido patio es, sin duda, la mayor singularidad de todo el complejo arquitectónico ideado por Machuca, apareciendo columnas dórico-toscanas abajo y jónicas arriba. A la sensación de claridad que en todo el conjunto se aprecia, contribuye la bóveda anular del citado patio, que se constituye en única en su género, decorándose el muro circundante con pilastras entre las cuales se distribuyen arcos y puertas, hornacinas aveneradas, y no existiendo cornisa encima, cada paño es coronado con una ménsula con una hoja de acanto hacia arriba ceñida por un recuadro.


Estatua de Andrés de Vandelvirapresidiendo la fachada trasera de la Catedral de Jaén.
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En cuanto a Andrés de Vandelvira, su mayor éxito, después de intervenir en la construcción de la iglesia de San Salvador, de Úbeda, cuyas trazas realizó Diego de Siloe, lo alcanzó a mediados del S. XVI. A la edad de cuarenta y cinco años, llevó a cabo un nuevo diseño para la catedral de Jaén, que con la de Granada y Málaga, completa el trío de las catedrales renacentistas de Andalucía. En la cabecera del templo y en el lado de la epístola, Vandelvira, colocó la sala capitular y una gran sacristía
La sala capitular es un espacio de severidad clásica, orden jónico apilastrado, bóveda de cañón con arcos fajones y decoración de recuadros. No existiendo otros elementos decorativos, es una de las obras más puristas de su época. Vandelvira ejerció de maestro de la obra, y aunque la misma, por distintas circunstancias, no se concluyó hasta el S. XVIII, se respetó en su ejecución el sobresaliente diseño que él hizo. 

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