Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento (XXXIII). La Música (III)

Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento

La Música


Antes de concluir este breve compendio dedicado a la Música del Renacimiento, haciendo una reseña de algunos personajes del mundo de la música, agrupados por su país de origen, que de una u otra forma dejaron su impronta en tan excepcional suceso cultural, haremos referencia a otras facetas que se produjeron en torno al mismo, y a otros diversos pormenores que pueden contribuir a comprenderlo mejor.

Durante el Renacimiento, el concepto de la música era tan extraordinariamente elevado que no se consideraba buen cortesano al que no fuera músico, ni entendido en el manejo de algún instrumento o que careciera de habilidad para el ejercicio de alguna de las artes. El mecenazgo respecto a la música, como sucedía con las demás actividades artísticas, lo proporcionaban las monarquías, la nobleza y la iglesia, mecenazgo al que necesariamente se vinculaba el músico profesional. La principal institución, en lo que a la música se refiere,  era la Capilla Musical Pontificia de Roma, a la que seguían las Escuelas Catedralicias, existiendo Capillas Musicales reales y nobiliarias. En relación con esto último, se sabe que Felipe II, contando siete años de edad, tenía su propia capilla musical, predominando en España durante su reinado, comprendido entre los años 1556-1598, el estilo musical conocido como internacional. En esta época los músicos españoles, tanto por sus interpretaciones como por sus composiciones, fueron reclamados en todos los ambientes.

Portada del Cancionero de Upsala.
wikipedia
El pensamiento profano generaba música profana, mientras que el religioso era el que creaba música religiosa, especialmente composiciones de misas y motetes, a lo que hay que añadir, que sin bien la iglesia permite la evolución musical, exige, que en cierta manera, prevalezca el gregoriano, que encubierto por la polifonía, aparece intermitentemente. En España, no puede omitirse, que la música del Renacimiento se vio influenciada por el misticismo que mediante sus diferentes obras era difundida por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. La música profana del Renacimiento encontró su fuente principal en los cancioneros que eran patrocinados por la nobleza, en el caso de España los más relevantes son los cancioneros de Palacio, La Colombina, de Segovia, de Upsala, y el de Medinaceli, que está considerado como el mejor del Renacimiento español. Las obras que entonces se creaban, con estructura polifónica, son clasificadas en romance de la manera siguiente: villancico, compuesto de estrofas y estribillos; y la ensalada, en la que se mezclan todas las referencias musicales, pudiendo ser por sus características, madrigal religioso-profano, canto popular, villancico, romance o danza.

DI, PERRA MORA - Pedro Guerrero (S. XVI). Cancionero de Medinacelli.


Las capillas polifónicas musicales, como podían ser las de las catedrales, era regidas por el maestro de capilla, cuyas atribuciones, aparte de estar al frente del facistol, eran conservar los libros de canto, exigir comportamientos adecuados a los cantores, y cuidar de los niños cantores o del coro. Eran componentes de las mismas, los cantores adultos, que frecuentemente se caracterizaban por un comportamiento díscolo, estos por sus voces se clasificaban en tiples, tenores y bajos. Los niños cantores, que igualmente pertenecían a las capillas musicales, perseguían, además de una enseñanza musical, lograr una superior formación.


chirimias
Lo que era conocido como capilla de ministriles, la componían aquellos que eran los encargados de tocar los instrumentos de viento tales como sacabuches, orlos, chirimías o bajones. El organista solía actuar solo, y en ocasiones lo hacía acompañando polifonías y las intervenciones de gregoriano con estructura similar. Aparte de los de viento y el órgano, también existían instrumentos de cuerda y de teclado, para todos ellos se hacían composiciones derivadas de la música vocal, que podía consistir en música de danza: pavana, gallarda y zarabanda. También se compuso música de fantasía.


Frontispício del Odhecaton A,
conservado en el Museo Internacional de la Música
y Biblioteca Musical de 
Bolonia,Italia
wikipedia
Esta introducción a la música del Renacimiento no puede en absoluto considerarse concluida sin hacer referencia a  la repercusión que tuvo en la música la invención de la imprenta, o mejor dicho, la perfección que se logró respecto a su técnica y más eficaz modo de empleo. Ejemplo de ello es, que en pocos años, las partituras desbordan el tradicional ámbito de las copisterías monásticas y llegan a un público cada día más amplio. La música impresa desencadenó una revolución difícil de imaginar en nuestros días, y su importancia sólo puede compararse al salto cuantitativo que significó la difusión de la música grabada, cuatrocientos años más tarde. Después de algunos tímidos intentos más o menos conseguidos, el primer libro de música digno de ese nombre es el Harmonice musices Odhecaton, salido de las prensas del véneto Ottaviano Petrucci, en 1501, con noventa y cuatro piezas polifónicas de Josquin, Obrecht e Isaac, entre otros.

1 comentario:

  1. Tal y como he dicho en el espacio de los premios 20minutos, repito aquí, muy interesante, y muy bien documentado.
    Felicidades.

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