Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento (XXXVI). La Música (VI)

Aspectos, hechos y personajes del Renacimiento

La Música

ITALIA

Diálogo della música antica et della moderne
Vincenzo Galilei (1520-1591), laudista, teórico y compositor italiano, padre del astrónomo Galileo Galilei. Perteneció a la Camerata Florentina, grupo de artistas que pretendían el renacimiento del teatro y arte griego. Compuso madrigales y piezas para laúd, publicando, en 1581, su tratado musical Diálogo della música antica et della moderne. Su figura resultaría esencial en la vida musical del Renacimiento, contribuyendo de forma significativa a la revolución musical que marca el principio del barroco.

Compartiendo la inquietud que los florentinos tenían por restituir el legendario poder de la música, le llevó a criticar y ridiculizar la técnica aplicada en el madrigal de colorear cada palabra con un epíteto, de manera que cualquier palabra o frase afectiva debía subrayarse musicalmente, y aconsejó a los músicos que pensaran en cómo declamaría el texto un gran actor metido en su papel, encontrando así –los acentos y los gestos, la cantidad y la calidad del sonido, y el ritmo apropiado para esa acción o esa persona- la manera en virtud de la cual, la música se ajustaba a una nuevo modelo, la retórica y a un nuevo género, la ópera.

Giovanni Pierluigi da Palestrina.
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Giovanni Pierluigi Palestrina (1525-1594), fue un compositor italiano, considerado como uno de los más célebres del Renacimiento, así como el autor de música religiosa más importante del periodo de la Contrarreforma. Considerando sus composiciones impregnadas de religiosidad y exaltación mística, y libres del espíritu profano que se había apoderado entonces de la música sacra, fueron declaradas perfectas por el Concilio de Trento.  En 1537, cuando tenía doce años, pasó a formar parte del coro de la iglesia de Santa María Maggiore en Roma, creyéndose que durante esta época aprendió a tocar el órgano. En 1544 fue designado organista y cantante de la catedral de Palestrina, su pueblo natal. Su primer nombramiento importante lo obtuvo en 1551, cuando el Papa Julio III lo llamó para que ocupara el cargo de profesor de canto y director de la “Capella Giulia” en San Pedro de Roma.

Los largos años que Palestrina consagró al servicio de diferentes papas, cardenales e iglesias, se tradujeron en un enorme catálogo musical, fundamentalmente de índole religiosa. Su enorme producción comprende ciento cinco misas y más de doscientos cincuenta motetes, así como numerosos magníficats, ofertorios, himnos, letanías, lamentaciones, salmos y madrigales, lo mismo sacros que profanos. Su estilo permite apreciar la evolución de la música religiosa, que pasó del canto gregoriano de la Edad Media a la polifonía renacentista.

La Missa Papae Marcelli (Misa del papa Marcelo), es su misa más célebre, en ella la música se sustenta en acordes progresivos, pasando frecuentemente por armonías muy ricas. Esta misa está escrita para coro en seis partes; otras del mismo autor tienen cinco u ocho, además de las cuatro habituales en tiempos anteriores. Y aun siendo coherentes consigo mismas, las frases armónicas pueden plegarse a las palabras. En las secciones de textos más extensos El Gloria y El Credo, ocurre como si el coro pronunciara cada frase con el colorido del gesto y la armonía melódicos, ambos explicables y expresivos. De sus motetes son célebres, además de la Improperia, los veintinueve motetes sobre el texto del Cantar de los Cantares de Salomón.


Busto de Emilio de' Cavalieri.
Basilica dell'Ara Coeli, Roma.
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Emilio de' Cavalieri (1550-1602), compositor italiano del final del Renacimiento y comienzo del Barroco, que, como otros contemporáneos suyos, fue miembro de la Camerata Florentina. También desarrolló actividades de productor, organista, diplomático, coreógrafo y bailarín. Sería asimismo uno de los primeros impulsores del estilo recitativo con acompañamiento de bajo continuo. Entre los años 1578 y 1584 se ocupó de la organización de las manifestaciones musicales del Oratorio de San Marcello en Roma, y en 1588 se trasladó a Florencia, donde el Cardenal Ferdinando de Médicis, lo contrató como superintendente del arte, vestuario, fiestas, teatro y música.


Como músico, aunque esto no fuera reconocido por sus oponentes florentinos, debe ser considerado el verdadero instaurador del estilo monódico teatral. Su música resultó ser muy avanzada para el estilo de su época, de forma que la música vocal que compone tiene una línea melódica muy adornada y expresiva, característica que define al barroco temprano. Su estilo musical fue adoptado por otros compositores de la escuela romana del S. XVII, y de sus trabajos conocidos, el más importante es, "La rappresentazione dianima e di corpo”, que con libreto de Agostino Manni, algunos la consideran como la primera ópera.

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