ÁREA FLAMENCA
Gilles Binchois (1400-1460),
nacido en Mons (Bélgica), además de soldado y sacerdote, fue un compositor
franco-flamenco, y uno de los primeros miembros de la escuela borgoñona a la
vez que uno de los tres compositores más famosos del S. XV. Aunque con frecuencia
se le sitúa en importancia por detrás de sus contemporáneos Dufay y Dunstable,
las investigaciones y estudios más recientes señalan que su influencia fue sin
duda mayor que la de cualquiera de los otros dos, ya que sus obras fueron
plagiadas, y a menudo reutilizadas como material original para crear otras
obras, con más frecuencia que las de cualquier otro compositor de la época.
Binchois (a la derecha), con Guillaume Dufay. wikipedia |
Binchois es considerado, a menudo, como el mejor melodista
del S. XV, que consigue escribir cuidadosamente en forma de líneas que son
fáciles de cantar, logrando que sean absolutamente memorables. La mayor parte
de su música, incluso la sacra, es sencilla y clara en su estructura, a veces
hasta ascética y espartana. Las canciones seculares que compone, en su mayoría,
son rondós, que fue la forma de canción más común en ese siglo, pero sin
embargo rara vez escribió en forma de estrofas, sino que hizo de forma
independiente la melodía y la rima de los versos.
Retrato de un hombre joven (a veces identificado como Dufay), de Jan van Eyck.Galería Nacional de Londres. wikipeda |
Este compositor fue convocado en ocasiones de gran pompa
como pudo ser la consagración por el papa de la catedral de Florencia en 1436,
para la que escribió un motete, Nuper rosarum flores (Recientemente
coronas de rosas). Este motete posee una subestructura medieval que sostiene un
par superior de líneas que se mueven con limpidez y fluidez absolutamente
renacentistas. El aprecio del que este músico disfrutó es claro, pues su música
era estimada por los patronos más principales, incluyendo –además del papa y
los duques borgoñones y saboyanos- Lorenzo de Médici “el Magnífico”, que cuando
contaba dieciocho años mandó enviar un poema al compositor para que le pusiera
música.
Jean de Ockeghem (1410-1497), fue
el principal compositor de la segunda generación de la escuela franco-flamenca
y uno de los más influyentes y respetados músicos de su época. A su muerte,
poetas como Cretin, Molinet y Erasmo escribieron odas de lamento. Las primeras
noticias que se tienen de él es su pertenencia en 1443 a los cantores de la
catedral de Amberes, trasladándose más tarde a Francia, residiendo en Moulins
con el Duque Carlos de Borbón. A partir de 1452 vive en la corte, en ella,
sucesivamente, sirve a Carlos VII, Luis XI y Carlos VIII, alcanzando el cargo
de maestro de la capilla del rey en 1465.
Comienzo del Códice Chigi, con el Kyrie de la Missa Ecce ancilla Domini deOckeghem. wikipedia |
Este autor comenzó tarde su composición musical ya que
la parte que de ella se conserva data de después de 1450, en el periodo que
sirvió en la capilla real francesa. Como todos los compositores de los siglos
XIV y XV, escribió canciones polifónicas de amor, aunque el grueso de su
producción se compone de misas, obras sonoras bastante distintas a la que Dufay
componía hacia la misma época. Cuando se redescubrió la música del S. XV, a
mediados del S. XX, se consideraba a Ockeghem como el maestro de lo arcano, es
decir, de las relaciones rítmicas complejas y las manipulaciones ingeniosas del
cantus firmus. Y de hecho este aspecto está presente en su obra, como
también existió una poderosa corriente hermética en el pensamiento
renacentista, en coexistencia con la claridad, el racionalismo y el humanismo.
Des Prés. wikipedia |
Josquin compuso muchas obras de música profana, y en la elaboración de alguna de ellas -como la que llevó a cabo ya en su madurez, su misa tardía sobre el himno Pange lingua-, deja al descubierto un nuevo mundo sonoro. La música que compone no es sólo francamente más comprensible, sino que su sonido es también más brillante gracias a un cambio en el reparto que había sido habitual hasta entonces de las cuatro partes en líneas para contralto, dos tenores y barítono, abriendo la textura para dar a cada voz un centro propio y establecer una nueva norma –soprano, contralto, tenor y bajo- que aún es la estándar de la composición coral medio milenio más tarde. El simpar atractivo que ejerció sobre la comprensión de sus oyentes, estructural y expresiva, es el que corresponde a una nueva generación, que acierta a conectar con otros elementos del ya maduro Renacimiento. Implica una visión de la capacidad musical –al menos en lo tocante a la escucha- como atributo humano común, en un tiempo en que la música se estaba haciendo universal también en la práctica, desligándose de los círculos profesionales clericales a los que el conocimiento de la notación había estado hasta entonces restringido. Admirador y avalista suyo fue el reformador de
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