La Literatura (III)
INGLATERRA
En Inglaterra, al igual que en Francia, la literatura está
impregnada de italianismo, que utilizando los parámetros clásicos, se
preocupan de conseguir encontrar así un
sentido universal al drama griego. La labor de diferentes autores propiciaría
algo más tarde la aparición de significados dramaturgos. La prosa, en cambio,
en Inglaterra, sin ignorar a Francis Bacon, al que con anterioridad ya nos
hemos referido, alcanzaría un menor nivel.
wikpedia |
Ejemplo de lo anteriormente señalado puede ser, el poeta y
dramaturgo, Christopher Marlowe, considerado como el primer gran autor de
teatro inglés, y el más importante del periodo isabelino. Sus primeras obras
fueron principalmente comedias, después cultivó el género de la tragedia de
manera novedosa, llevando a escena personajes arquetipos de pasiones, que con
posterioridad influirían en el teatro de William Shakespeare. Su obra maestra
sería, “La trágica historia del doctor Fausto”, basada en la leyenda de
Fausto, en la que un hombre vende su alma al diablo para conseguir poder y
conocimiento, metáfora del hombre que elige lo material a lo espiritual, motivo
por el que pierde su alma.
wikipedia |
Ben Jonson, igualmente en Inglaterra, alcanzó relevancia
como poeta y dramaturgo. Su conocimiento de los clásicos, talento por la sátira
y estilo brillante, lo convirtieron en una de las principales figuras de la
literatura inglesa. Escribiendo mascaradas, cumpliendo con su papel de poeta
laureado, para diversión de la corte del rey Jacobo I Estuardo, evidenció su
erudición, talento y versatilidad, sacando a relucir su mejor poesía lírica. Su
reputación como dramaturgo la alcanzó con cuatro comedias de interesante
brillantez: “Volpone”, “Epiceno o la mujer silenciosa”, “El Alquimista”, y
“La Feria de
San Bartolomé”.
El gran William Shakespeare, nacido en Stratford
(Inglaterra), es uno de los grandes dramaturgos de todos los tiempos, sobresale
entre los gigantes literarios. De él, William Wordsworth, destacado poeta
romántico nacido en el S. XVIII, dijo, respecto a su obra: “Que logró
alcanzar y capturar por medio de la pasión y del conocimiento el vasto imperio
de la sociedad y de la historia, tal y como han sido diseminados a lo ancho de
toda la Tierra
y a lo largo del tiempo”.
En su vasta producción se pueden distinguir tres etapas.
La primera, antes de 1600, en la que escribe los dramas históricos y la mayor
parte de las comedias, como: “La comedia de las equivocaciones”, “La
fierecilla domada”, y “Los dos hidalgos de Verona”. La siguiente,
comprendida entre 1601 y 1609, que afligido por la pena que representa la
pérdida de su hijo Hamnet, muerto a los doce años de edad, escribe las tragedias
que marcan la plenitud de su genio. Estas son:
“Hamlet”, “Otelo”, “El rey Lear”, y “Macbeth”. Finalmente
en la última, su labor literaria cambia el tono trágico por uno de serenidad y
aceptación de la vida, algo que evidencia en sus obras: “Cimbelino”, “Cuento
de invierno”, y “La
Tempestad ”.
Interior de la reconstrucción moderna del teatro The Globe (el original fue destruido por un incendio en 1613). |
A las obras anteriormente anotadas no se pueden dejar de
añadir, “Romeo y Julieta”, al igual que: “Julio César”, “Antonio y
Cleopatra”, “Sueño de una noche de verano”, “Ricardo III”, “Enrique V”, y “Coriolano”.
Su obra poética consta de “Los Sonetos” y “Poemas narrativos”.
Una frase que puede representar el pensamiento y el
espíritu de este extraordinario creador, es en la que nos dice: “No
temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran la grandeza, a
algunos la grandeza les es impuesta y a otros la grandeza les queda grande”.
En su obra frecuentemente, como puede ser en “Hamlet”, refleja las
dudas y vacilaciones de su época, en la que ya no se cree en verdades
absolutas, profundizando en un sentido más amplio en el hombre de siempre, con
sus miserias y grandezas y su angustia ante el misterio de la muerte.
PAÍSES BAJOS
En Centroeuropa, sin bien la corriente principal
renacentista pasó de largo, el genio se manifestó, entre otros, en el ya
anteriormente citado, Erasmo de Rotterdam. En su condición de más notable
humanista europeo, fue el que mejor encarnó los valores renacentistas y mayor
influencia ejerció con sus trabajos literarios. Convertido en un erudito de la
cultura clásica, adoptó el nombre de Desiderius Erasmus, redactando sus obras
en latín, lengua que utilizaba con una elegancia y precisión incomparables.
Dibujo a la pluma de Hans Holbein el Joven en el margen del ejemplar de Oswald Myconius de la edición de 1515 del Elogio de la locura de Erasmo. wikipedia |
Aunque se mantuvo por encima de las luchas entre católicos
y protestantes, defendiendo su posición de fidelidad a la Iglesia , no cesó en sus
afanes de renovación. En 1524 concluyendo su exposición, “Sobre el libre
albedrío”, en la que definía su postura ortodoxa, fue acusado de “hereje”,
precisamente por Lutero y sus seguidores.
Libros suyos como, “El
Enquiridión”, (o Manual del Caballero Cristiano), “Coloquios”, y
sobre todo, “Elogio de la locura”, al que ya nos hemos referido,
tuvieron una enorme resonancia. Siendo autor de más de treinta títulos, él
confesó, no haber quedado satisfecho de su tarea literaria. En su época y con
su actitud, demostró ser el apóstol del sentido común y el de una práctica
religiosa racional. En medio del fanatismo que asolaba a Europa, él mantuvo que
la razón es la guía suprema en la vida, incluso de la política y la religión.
Este principio del que se desprende un sentido de libertad, y que mantiene en
sus textos, resulta ser el mayor atractivo de los mismos.
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